Soluciones para disminuir el acné: tips & tricks
El acné es uno de los problemas principales en la piel, especialmente en el rostro, espalda y brazos. Los granitos, espinillas y puntos negros surgen por muchas razones y aunque son molestos, hay muchas maneras de ayudar a nuestra piel a disminuir la aparición de acné.
¿Por qué nos salen granitos?
Los granitos surgen cuando hay un exceso de sebo, o grasa, y los poros de la piel se tapan, quitándole la oportunidad de respirar. Las glándulas de sebo se encuentran en toda la piel, pero en el rostro se concentran en la zona T (frente, nariz y mentón).
El acné también surge por cambios hormonales ligados a la pubertad, la menstruación, los niveles de testosterona y estrógeno, etc. Y algunas veces tiene que ver con la genética. Es decir, hay muchas razones por las que nos pueden salir granos, y muchas veces al escuchar a nuestra piel podemos disminuir su aparición.
¿Cómo disminuir el acné?
- Lavarse el rostro: la suciedad, la contaminación y las bacterias todas pueden quedar atrapadas en nuestros poros. Lavarnos la cara entre una y dos veces al día es el primer paso para ayudar a nuestra piel.
- Cremas hidratantes: un paso importante de nuestra rutina de skincare es hidratar el rostro. Cuando mantenemos la hidratación de nuestra piel balanceada, ayudamos a que no haya una sobreproducción de grasa para compensar, esto evita que el sebo se acumule y salga acné.
- Serums: algunos serums, como el de Día Tonificante, además de hidratar, tienen propiedades de detox. Con ingredientes naturales y cítricos, estos ingredientes desintoxican y ayudan a mantener el equilibrio en la piel. Funcionan como grandes complementos en la rutina de skincare.
- No toques tu rostro: durante el día nuestras manos, e incluso objetos como nuestro celular, almacenan bacterias y suciedad. Si nos tocamos constantemente el rostro, estamos trayendo esa suciedad y contribuimos a tapar los poros.
El acné, las imperfecciones, los puntos negros, y todo aquello que nos salga en el rostro funcionan como mensajes que debemos decodificar. Hay que aprender a escuchar a nuestra piel, saber cuando necesitamos mayor hidratación, mayor limpieza, o menos productos. Crear una relación con nuestra piel es la manera más eficaz de entendernos.