¿Cómo afecta la contaminación a la piel?
La contaminación es un problema que ha crecido desmesuradamente en la última década, pero también han crecido las investigaciones sobre los efectos que tiene en nuestra salud. Usualmente pensamos que la contaminación sólo afecta a nuestros pulmones, pero la realidad es que afecta a muchas otras partes de nuestro cuerpo. Aquí les vamos a contar un poco de cómo la contaminación afecta a nuestra piel y qué podemos hacer al respecto.
La contaminación y nuestra piel
Constantemente tenemos que recordarnos la importancia de cuidar a nuestra piel de los factores externos, como lo son los rayos UV y la contaminación. Todos los días estamos expuestos a agentes contaminantes como el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno, las dioxinas, los hidrocarburos, y los compuestos volátiles. Todo esto afecta no sólo a nuestra respiración, sino también a nuestra piel.
Algunas de las cosas que provoca la suciedad y la contaminación son:
- Acné por obstrucción de poros
- Deshidratación y resequedad
- Oxidación
- Dermatitis
- Envejecimiento temprano que resulta en la aparición de arrugas
- Reduce la vitamina E y C
- Aparición de manchas
- Flacidez en la piel
¿Qué hacer para combatir los efectos de la contaminación?
La mayoría de las rutinas de cuidado de la piel toman en cuenta los efectos negativos que tiene la contaminación en nuestra piel. Lo más importante es brindarle a nuestro rostro lo que le hace falta y ayudar a combatir los efectos que se pueden tener a corto y largo plazo.
Para comenzar, lavar el rostro es fundamental. Esto ayuda a que la suciedad y contaminación no se almacene durante mucho tiempo en nuestros poros y puedan respirar libremente. Esto funciona para disminuir la aparición de acné y otras afecciones de la piel.
Hay que mantener la piel hidratada y crear una barrera contra los factores negativos. Esto lo podemos lograr con cremas hidratantes y serums. Estos productos deben contener ingredientes que ayudan a la elasticidad de la piel como lo es el aloe vera. Los ingredientes como la naranja, el mamey, el escualano y los aceites esenciales contienen una mayor concentración de vitaminas que la contaminación reduce.
Hay que saber qué ingredientes contienen los productos, preguntarnos cómo nos benefician y darnos cuenta si nos pueden ayudar a combatir a la larga todos estos efectos. Nuestra piel absorbe lo que la rodea, eso incluye lo malo y también lo bueno. Podemos ayudar a nuestro rostro dándole lo que le hace falta y reforzando sus producciones naturales para combatir la contaminación.